La Tierra Hueca
¿Hay otro mundo dentro del nuestro?
¿Hay otro mundo dentro del nuestro?
Puede parecer mentira, pero hoy en día, en el cambio de milenio, no sólo hay toda una serie de personas que defienden que la Tierra está hueca, sino que incluso podemos encontrar una sociedad de terraplanistas, defensores de la idea según la cual la Tierra es plana.
Con el tema de los terraplanistas no nos vamos a meter, porque es absurdo, pero tal vez haya gente que, por falta de información, pueda llegar a pensar que la teoría según la cual nuestro mundo está hueco como si fuese un coco tiene una cierta verosimilitud científica, sobre todo si han leído algunas de las páginas web que circulan sobre este tema. Por ello veremos en este artículo algo de historia sobre la Tierra Hueca y cómo se sabe que el interior de la Tierra no es una de las maracas de Machín.
Origen e Historia de la Tierra (Hueca)
La Tierra Hueca es un mito antiguo[1], aunque su popularización se la debemos sin duda a Ray Palmer, una de las más destacadas figuras en la historia de la ufología y editor de la legendaria Amazing Stories[2], el cual comenzó una campaña en 1970 dedicada a "demostrar" que la Tierra era en realidad hueca y que otra especie de seres inteligentes, pilotos de ovnis, vivían en ella. Palmer utilizó como principales pruebas las hipotéticas declaraciones del almirante Richard Byrd, que unos años antes había sobrevolado ambos polos y habría entrado, según Palmer, por uno de los famosos agujeros[3]. La otra prueba era una imagen de la Tierra tomada por el satélite ESSA-7 en la cual la zona del Polo Norte estaba ocupada por un enorme círculo negro ¿qué mejor prueba de la Tierra hueca que un gigantesco agujero en el norte? Desgraciadamente para Palmer, no se dio cuenta de que la imagen se trataba de una composición de imágenes tomadas en el mes de noviembre, a lo largo de la "noche polar", los seis meses durante los cuales el Sol no sale a partir de la latitud 70º. Por lo tanto, el el "agujero" no era tal, sino simplemente la zona a oscura que no pudo ser fotografiada por el ESSA[4]. Desde entonces multitud de satélites han tomado todo tipo de imágenes, no sólo en el campo visible, tanto del Polo Norte como del Polo Sur, sin encontrar el dichoso agujero. Pero los "terrahuequistas" no se dan tan fácilmente por vencidos.
La Tierra, de acuerdo a las "teorías" de los terrahuequistas, es en realidad una esfera hueca. El espesor de las paredes de la esfera es de 800 millas (unos 1.300 kilómetros)[5] y en el centro existe un pequeño sol que permite un clima bastante agradable. La Tierra Hueca posee una gran abundancia de vida vegetal y animal (incluyendo mamuts) además de, según sea la fuente consultada, un tipo determinado de especie o civilización, gigantes, pilotos de ovnis, emigrantes de la Atlántida... hay para todos los gustos. Como el sol es muy pequeño, la fuerza de gravedad es generada por las paredes de la Tierra, por lo que la gente no se cae hacia el centro.
Y ese es el vergel conocido como la Tierra Hueca. Pero, ¿podría existir realmente? No, como veremos a continuación.
Cómo Sabemos que la Tierra es Sólida
Que la Tierra es sólida no es difícil de demostrar: las últimas medidas de la constante gravitacional G daban un peso para nuestro planeta de 5.972x1021 toneladas métricas[6]; dado que la densidad media de las rocas de la corteza es de 2.9 gr/cc3 y nunca pasan de 3.3 gr/cm3 es difícil imaginar de dónde sale la masa que falta si la Tierra está compuesta de tan solo una fina corteza. Pero no sólo podemos deducir que la Tierra es sólida a partir de su masa: la sísmica nos ha mostrado que además está compuesta de capas distintas y nos ha dicho a qué profundidad está cada una de ellas.
El estudio del interior de la Tiera mediante la sísmica no es algo nuevo: para principios de este siglo ya se sabía cuántas divisiones principales había y la profundidad aproximada de cada una de ellas. La base del estudio es el análisis de los miles de terremotos que suceden anualmente, y más en detalle de las características de las ondas que generan. Por explicarlo de un modo sencillo, cuando se produce un terremoto, se transmite toda una serie de ondas distintas: algunas -las P, llamadas así por ser las primeras en llegar a las estaciones de detección- se transmiten por compresión y dilatación de la roca (como si ésta fuese un acordeón); otras -las S, segundas en llegar- producen un movimiento perpendicular, algo así como cuando en un estadio la gente hace la "ola". Un aspecto que hace interesante a las ondas P y las S es que las segundas no se transmiten a través de líquidos, mientras que las primeras sí. Después veremos cuál es la importancia.
Con el tema de los terraplanistas no nos vamos a meter, porque es absurdo, pero tal vez haya gente que, por falta de información, pueda llegar a pensar que la teoría según la cual nuestro mundo está hueco como si fuese un coco tiene una cierta verosimilitud científica, sobre todo si han leído algunas de las páginas web que circulan sobre este tema. Por ello veremos en este artículo algo de historia sobre la Tierra Hueca y cómo se sabe que el interior de la Tierra no es una de las maracas de Machín.
Origen e Historia de la Tierra (Hueca)
La Tierra Hueca es un mito antiguo[1], aunque su popularización se la debemos sin duda a Ray Palmer, una de las más destacadas figuras en la historia de la ufología y editor de la legendaria Amazing Stories[2], el cual comenzó una campaña en 1970 dedicada a "demostrar" que la Tierra era en realidad hueca y que otra especie de seres inteligentes, pilotos de ovnis, vivían en ella. Palmer utilizó como principales pruebas las hipotéticas declaraciones del almirante Richard Byrd, que unos años antes había sobrevolado ambos polos y habría entrado, según Palmer, por uno de los famosos agujeros[3]. La otra prueba era una imagen de la Tierra tomada por el satélite ESSA-7 en la cual la zona del Polo Norte estaba ocupada por un enorme círculo negro ¿qué mejor prueba de la Tierra hueca que un gigantesco agujero en el norte? Desgraciadamente para Palmer, no se dio cuenta de que la imagen se trataba de una composición de imágenes tomadas en el mes de noviembre, a lo largo de la "noche polar", los seis meses durante los cuales el Sol no sale a partir de la latitud 70º. Por lo tanto, el el "agujero" no era tal, sino simplemente la zona a oscura que no pudo ser fotografiada por el ESSA[4]. Desde entonces multitud de satélites han tomado todo tipo de imágenes, no sólo en el campo visible, tanto del Polo Norte como del Polo Sur, sin encontrar el dichoso agujero. Pero los "terrahuequistas" no se dan tan fácilmente por vencidos.
La Tierra, de acuerdo a las "teorías" de los terrahuequistas, es en realidad una esfera hueca. El espesor de las paredes de la esfera es de 800 millas (unos 1.300 kilómetros)[5] y en el centro existe un pequeño sol que permite un clima bastante agradable. La Tierra Hueca posee una gran abundancia de vida vegetal y animal (incluyendo mamuts) además de, según sea la fuente consultada, un tipo determinado de especie o civilización, gigantes, pilotos de ovnis, emigrantes de la Atlántida... hay para todos los gustos. Como el sol es muy pequeño, la fuerza de gravedad es generada por las paredes de la Tierra, por lo que la gente no se cae hacia el centro.
Y ese es el vergel conocido como la Tierra Hueca. Pero, ¿podría existir realmente? No, como veremos a continuación.
Cómo Sabemos que la Tierra es Sólida
Que la Tierra es sólida no es difícil de demostrar: las últimas medidas de la constante gravitacional G daban un peso para nuestro planeta de 5.972x1021 toneladas métricas[6]; dado que la densidad media de las rocas de la corteza es de 2.9 gr/cc3 y nunca pasan de 3.3 gr/cm3 es difícil imaginar de dónde sale la masa que falta si la Tierra está compuesta de tan solo una fina corteza. Pero no sólo podemos deducir que la Tierra es sólida a partir de su masa: la sísmica nos ha mostrado que además está compuesta de capas distintas y nos ha dicho a qué profundidad está cada una de ellas.
El estudio del interior de la Tiera mediante la sísmica no es algo nuevo: para principios de este siglo ya se sabía cuántas divisiones principales había y la profundidad aproximada de cada una de ellas. La base del estudio es el análisis de los miles de terremotos que suceden anualmente, y más en detalle de las características de las ondas que generan. Por explicarlo de un modo sencillo, cuando se produce un terremoto, se transmite toda una serie de ondas distintas: algunas -las P, llamadas así por ser las primeras en llegar a las estaciones de detección- se transmiten por compresión y dilatación de la roca (como si ésta fuese un acordeón); otras -las S, segundas en llegar- producen un movimiento perpendicular, algo así como cuando en un estadio la gente hace la "ola". Un aspecto que hace interesante a las ondas P y las S es que las segundas no se transmiten a través de líquidos, mientras que las primeras sí. Después veremos cuál es la importancia.
Por qué se encuentran semillas, plantas y árboles tropicales flotando en el agua fresca del interior de los icebergs?
¿Por qué miles de pájaros y animales tropicales emigran al norte durante el invierno?
Si la Tierra en los Polos no es hueca ni calurosa, ¿cómo es que el polen colorea vastos territorios?
¿Por qué hace más calor en los Polos que a 1500 kilómetros de distancia de ellos?
¿Por qué el viento norte del Ártico se vuelve más caluroso a medida que uno traspone los 70 grados de latitud?
¿Por qué miles de pájaros y animales tropicales emigran al norte durante el invierno?
Si la Tierra en los Polos no es hueca ni calurosa, ¿cómo es que el polen colorea vastos territorios?
¿Por qué hace más calor en los Polos que a 1500 kilómetros de distancia de ellos?
¿Por qué el viento norte del Ártico se vuelve más caluroso a medida que uno traspone los 70 grados de latitud?
¿ESTRUCTURA VERDADERA DE NUESTRO PLANETA?
En esta ilustración se muestra como es la realidad física de nuestro Planeta. Se ha realizado un corte para poder observar el mundo interno que existe bajo nuestro pies. Hay un pequeño Sol interno en el centro, el cual calienta e ilumina el mundo interno, el cual tiene tierras y mares, como en la superficie externa del Planeta, pero con algunas diferencias muy importantes que veremos en este libro. Se pueden observar también las aperturas polares Norte y Sur, la cuales dan acceso al mundo interno.